Recursos, tiempo y talento: Factores de una transformación digital exitosa

Felipe Baena Botero

Rector Areandina seccional Pereira

La pandemia del COVID-19 aceleró muchos de los cambios ocasionados por la cuarta revolución industrial en el mundo. El aislamiento social obligó a las personas a adoptar el uso de tecnologías digitales para trabajar, estudiar y realizar todo tipo de transacciones.

De acuerdo con el Mckinsey Global Institute, una de cada cuatro personas en los países desarrollados trabajó de manera remota y el volumen del comercio electrónico en un país como Inglaterra, aumentó más del 500%. En Colombia, el Centro Nacional de Consultoría publicó recientemente el índice de adopción digital (IDC) del año 2020, el cual revela que nuestro país avanzó en 10 meses lo que se tenía previsto para los próximos 20 años.

Si bien es cierto, algunas actividades volverán a hacerse de manera presencial una vez termine la crisis, muchos hábitos permanecerán para siempre y, por tanto, la transformación digital dejó de ser un elemento deseable para convertirse en un pilar fundamental de la estrategia de cualquier compañía, sin importar el tamaño o el sector.

En conversaciones con empresarios de esta región, he percibido su gran interés por iniciar procesos de implementación de tecnología en sus negocios. Sin embargo, las principales dudas y preocupaciones tienen relación con los siguientes tres temas: Dinero, tiempo y conocimientos requeridos. En las siguientes líneas, compartiré mi visión general sobre cada uno de ellos y algunas recomendaciones simples que he recogido en mi experiencia.

La transformación digital tiene su costo. Sin embargo, está errado pensar que el proceso debe realizarse en un solo momento invirtiendo grandes cantidades de dinero en implementaciones que involucren todas las operaciones. Por el contrario, el cambio debe planearse de manera gradual priorizando aquellas actividades que tienen mayor impacto en la generación de nuevos ingresos o la reducción de costos o gastos. De esta manera, debe estimarse el retorno de la inversión esperado y tomar la decisión basada en este criterio. Es muy importante también entender que el dinero que se deja de invertir en este rubro se refleja en la diferenciación, la productividad y la innovación que impactan negativamente la competitividad del negocio en el corto, mediano y lago plazo.

El tiempo es un recurso muy importante en un proceso de este tipo. El éxito de una transformación digital radica en la importancia que los líderes de la organización asignen al proyecto y esto se traduce en horas de trabajo y foco.  Es evidente que muchas compañías están en una etapa de atención máxima a la reactivación o inclusive a la supervivencia, pero se debe mantener la operación actual mientras se realizan procesos simultáneos de rediseño de productos y procesos y la implementación de tecnología. De acuerdo con mi experiencia, los proyectos de transformación digital exitosos requieren de una dedicación exclusiva del equipo directivo de por lo menos un 15% del tiempo.

Por último, el tema más importante: Los conocimientos requeridos. A pesar de que indudablemente se requiere experticia técnica para desarrollar y/o implementar tecnología, estos no son los únicos temas necesarios. Es fundamental entender que la transformación digital es un proceso de innovación y por tanto, la primera recomendación es fortalecer un liderazgo ágil. En términos simples, la alta dirección debe estar dispuesta a la experimentación y mantener una tolerancia a los errores siempre que no impliquen sobrecostos desbordados. En cuanto a las habilidades técnicas requeridas, siempre sugiero que se fortalezca el talento en las siguientes temáticas: Metodologías para diseñar y evaluar experiencias de clientes, reingeniería de procesos y gestión y análisis de la información.

Con base en lo anterior, considero que la transformación digital no debe entenderse como un proyecto que tiene un principio y un fin sino como una cultura de innovación que busca constantemente la generación de valor mediante la implementación de tecnología. En este orden de ideas, debe pensarse el proceso alineado con la estrategia de la organización, destinarse recursos de tiempo y dinero de manera responsable y trabajar en el constante desarrollo del talento interno. No será un proceso simple pero hoy más que nunca garantizará la continuidad de los negocios en el tiempo.