El Optómetra, un profesional de la visión que todos necesitamos

CAROL VIOLET PINZÓN MORA

Directora Programa de Optometría Areandina Pereira

Magister en Gerencia de Sistemas de Salud

Magister en Dirección Estratégica de Instituciones de Salud

Según la Organización Mundial de la Salud, más de mil millones de personas en el mundo viven con deficiencia visual, de las cuales, cerca de 800 millones pueden mejorar su visión con el uso de gafas y 65 millones de personas sufren de ceguera, discapacidad que se puede evitar si se tiene la atención de un profesional de salud visual a tiempo.

Existen campañas en pro de la salud visual enfocadas a disminuir los índices de ceguera prevenible sin embargo, hace falta promulgar un poco más acerca de la profesión y los alcances de esta.

El Optómetra es el profesional de la salud encargado del cuidado primario visual, es la primera línea de atención para las personas que tengan o no un problema visual u ocular.

Al momento del nacimiento de un menor, el Optómetra deberá valorar sus ojos con el fin de verificar que funcionen adecuadamente y no hayan contraído enfermedades que pueden ser transmitidas por la madre antes o durante el parto o por un nacimiento prematuro.

A partir de los 4 años se revisan los ojos de los niños con una frecuencia anual, ya que se debe verificar que su desarrollo vaya con normalidad y, si se presenta alguna alteración, sea posible darle el manejado adecuado ya sea una corrección con gafas o tratamientos que estimulen el desarrollo visual.

En los jóvenes y adultos tiende a presentarse fatiga visual, donde el uso del computador y dispositivos electrónicos se da entre 4 y 12 horas diarias generando así, una proliferación de miopía o pseudomiopía por el exceso de trabajo cercano con estos dispositivos. Es aquí donde el Optómetra genera actividades de intervención más de tipo preventivo, brinda charlas a la población y manejo a los casos presentados con sintomatología.

Después de los 40 años todas las personas comienzan a sufrir disminución de la capacidad para ver de cerca, además que también se asocian enfermedades sistémicas como la diabetes, la hipertensión y la artritis, entre otras, las cuales generan afecciones a nivel ocular que afectan la calidad visual.

En estos casos, el Optómetra vela por reducir al máximo las consecuencias de las enfermedades sistémicas en el ojo, las cuales van desde disminución de la calidad visual hasta la ceguera permanente causada por afecciones retinales, glaucoma o catarata, un tratamiento que se realiza con el acompañamiento de oftalmología.

Según el ASIS, Análisis de la Situación de Salud de Risaralda, las alteraciones visuales más comunes en el departamento son los Trastornos de la Refracción o defectos de visión y los Trastornos de la Conjuntiva más conocidas como conjuntivitis o mirada china.

Pereira es una ciudad con un nivel alto de humedad y a esto se le suma que es muy común encontrar personas con alergias respiratorias que terminan combinadas con alergias oculares.

El reto para estos profesionales es llegar a toda la población y en época de pandemia es vital por los cambios de hábitos y estilos de vida. En Areandina se está impartiendo un Programa denominado “Salud Visual para Todos”, el cual se desarrolla únicamente por medios digitales, en el que docentes y estudiantes dirigen charlas educativas para grupos poblaciones enfocados en la primera infancia, la familia y en el correcto manejo de los dispositivos médicos, gafas o lentes de contacto.

El trabajo conjunto de los profesionales de la salud visual en términos de brindar una excelente atención, tratamientos ajustados a las necesidades del paciente, acompañado de actividades de rehabilitación, promoción y prevención, genera un impacto en la vida de las personas para que sigamos aprendiendo a vivir mejor.