¿Te ha pasado que en ocasiones terminas tus días sintiendo que la cabeza te va a explotar?, ¿piensas que tus responsabilidades académicas absorben toda tu energía y, para rematar, al dormir sientes que ya no descansas? Te contamos que puedes estar sufriendo de agotamiento mental. Pero, ¿qué es y cómo quitarlo? ¡Continúa leyendo!
El agotamiento mental se refiere al estado de cansancio que experimenta el cerebro cuando se le sobrecarga con una gran cantidad de tareas, responsabilidades y preocupaciones. Es importante destacar que no se trata simplemente de estar cansado físicamente (desarrollando insomnio, dolores de cabeza y cambios en el apetito), sino de estar agotado a nivel emocional (sintiéndose abrumado, ansioso o deprimido) y cognitivo (como pérdida de memoria y falta de concentración).
El agotamiento mental es la forma que el cuerpo tiene de decirnos que necesita descomprimir y recargarse. Si bien puede ser el resultado de un exceso de trabajo, también puede ser causado por el estrés emocional de un trauma o alguna otra situación de vida.
El cansancio mental puede tener consecuencias negativas en la salud mental, y si nos enfocamos en lo que dice el estudio realizado y publicado por DANE en el 2021: "Salud Mental en Colombia: un análisis de los efectos de la pandemia", en el país:
"De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Salud Mental del Ministerio de Salud y Protección Social, en el año 2015 se encontró que alrededor del 52,2% de los jóvenes encuestados presentaba entre uno o dos síntomas de ansiedad, así como se identificaba que, alrededor del 36,6% de la población encuestada entre 12 y 17 años consideraba que su estado de salud era excelente; por su parte alrededor del 47,6% la población de 60 años y más consideraba que su estado de salud era bueno, mientras que el 23,8% de la población encuestada perteneciente a este grupo consideraba que su estado de salud era excelente".
Por lo tanto, es un tema sobre el cual debemos estar atentos.
Si presentas algunos de estos síntomas debes estar atento:
Un síntoma común del agotamiento mental es la capacidad disminuida para concentrarse en las tareas. Puedes notar que tienes problemas para mantener el enfoque, te distraes fácilmente, o te resulta difícil seguir el hilo de tus pensamientos.
El cansancio mental a menudo puede manifestarse en forma de ansiedad aumentada, así que puedes sentirte irritable, desanimado o deprimido.. En algunos casos, incluso pueden producirse brotes de enojo. También puede variar desde un sentimiento constante de nerviosismo hasta ataques de pánico intensos. Además, el estrés crónico también puede ser un subproducto del agotamiento mental, llevando a las personas a un estado de hiperestimulación constante.
El cansancio crónico es un síntoma clave del agotamiento mental. Esto no es simplemente sentirse un poco cansado, sino una fatiga extrema que no mejora con el descanso adecuado.
Si sufres de agotamiento mental es posible que tengas dificultades para recordar información. Esto puede ir desde olvidos menores hasta problemas significativos de memoria a corto plazo.
A veces, el cansancio mental puede manifestarse en una disminución de la productividad y el rendimiento en el trabajo o en los estudios. Es posible que encuentres difícil completar tareas que anteriormente podías hacer con facilidad.
El agotamiento mental puede manifestarse también a través de síntomas físicos como dolores de cabeza constantes, dolores musculares, perturbaciones del apetito y alteraciones del sueño.
Las personas con agotamiento mental a menudo se retiran de las interacciones sociales, incluso con amigos y familia cercanos. Este aislamiento puede ser en un intento de conservar energía o evitar situaciones que puedan causar estrés adicional.
El agotamiento mental puede alterar tus patrones de sueño. Puedes experimentar insomnio o la sensación de seguir cansado, incluso después de una larga noche de sueño. Este ciclo de falta de sueño puede alimentar aún más tu agotamiento mental.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental que busques ayuda. Aunque pueda ser tentador intentar seguir adelante, el agotamiento mental no es algo que simplemente desaparecerá por sí solo.
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Existen diversas causas que pueden llevar al agotamiento mental.
Además de los factores internos, también existen factores externos que pueden contribuir al cansancio mental:
Aunque ya lo mencionamos, el agotamiento mental prolongado puede conducirte a problemas severos de salud mental como la depresión y los trastornos de ansiedad. Este declive puede llevarte a la necesidad de medicación y terapia.
Al sentirte irritable, el agotamiento mental hacer que tengan dificultades para relacionarse con los demás. Como resultado podrás desarrollar problemas de relaciones o aislarte de tus amigos y familiares.
Bien lo hemos dicho antes, pero el agotamiento mental puede causar un descenso en el rendimiento laboral y académico.
Otra de las consecuencias del cansancio mental es que puedas llegar a sentir un dolor crónico, alteración del sueño, desequilibrios hormonales hasta enfermedades del corazón y otras enfermedades crónicas.
La suma de estas consecuencias contribuye a una disminución considerable en la calidad de vida. Debido a la falta de energía, podrás sentir que ya no disfrutas de actividades que alguna vez encontraron gratificantes.
A continuación, te traemos tips para evitar llevar tu mente a ese tan odiado estado.
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Hay algunas cosas que puedes hacer para que este estado no te afecte, así que toma nota:
Una de las mejores formas de prevenir el agotamiento mental es practicar el autocuidado. Esto implica dedicar tiempo a nosotros mismos y a nuestras necesidades. Establecer límites claros es fundamental, tanto en el trabajo como en nuestra vida personal. Aprende a decir "no" cuando estás sobrecargado de tareas no te ayudarán a mantener un equilibrio saludable.
Estas son algunas cosas que puedes hacer que reflejan autocuidado:
Si bien tienes claro cuáles son tus horarios académicos o laborales, también ten claro cuál es tu tiempo de descanso y que nada ni nadie lo perturbe. Descansar de manera adecuada durante el tiempo que le dedicas a ello puede resultar incluso más importante que el tiempo que le dediques en sí, aunque no por ello descuidar esta cantidad de tiempo debería ser una opción.
En primera medida, te hablamos de completar tus 8 horas de sueño nocturno; también ten en cuenta que las pequeñas pausas te dan un segundo aire para continuar con tu día. Por ejemplo, si haces una pausa entre clases y dedicas 10 minutos para relajar tu mente y escuchar una canción que te guste, estarás como nuevo para asistir a tu siguiente clase.
Recuerda que en Areandina tienes espacios para relajarte e incluso dormir un poco.
Los alimentos son el combustible que le das a tu cuerpo para que funcione adecuadamente, por lo que debes revisar qué alimentos le aportan a tu mente.
La principal fuente de energía es el agua. Debes tomar de 2 a 3 litros diarios, de lo contrario, la deshidratación hará que sientas agotamiento físico y mental. Recuerda que puedes estar deshidratado sin saberlo.
El café o las bebidas energizantes pueden resultar contraproducentes. Las consumes y te mantienen más alerta (no vital), pero luego de que pase su efecto, el agotamiento es proporcional a la subida de energía que produjeron (estarás doblemente agotado).
Sabemos que muchas veces la ansiedad de un día lleno de trabajos te puede llevar a consumir café en exceso. ¿Qué tal si en vez de tomarte 2 tazas de café, solo te tomas una y un té verde? Los nutrientes contenidos en el té ayudan a alcanzar un estado de calma y disposición para trabajar.
Los pensamientos pesimistas y negativos traen consigo dos potenciadores de la fatiga mental: el estrés y la ansiedad. Aprender a identificar cuándo llegan los pensamientos negativos para frenarlos le dará mayor vitalidad a tu mente.
Otra forma de no dejar que tu mente se agote, es fortalecerla por medio de la estimulación de tus habilidades cognitivas.
Incluye en tu día actividades como: crucigramas, sudokus, sopas de letras y hasta tablas de multiplicar.
Parte de la negatividad es sentirte abrumado con la carga académica, lo que hace que lleguen a ti pensamientos que funcionan como agotadores: “no lo vas a poder hacer”, “no te va a alcanzar el tiempo”, “no eres capaz”
No eres al único que le pasa, por lo que te recomendamos dividir tus grandes trabajos en pequeñas partes o metas, así será más fácil digerirlos, desarrollarlos y motivarte.
Una pequeña meta cumplida te dará el impulso para alcanzar la siguiente.
Una buena organización y gestión del tiempo pueden ser fundamentales para prevenir el agotamiento mental. Es importante planificar nuestras tareas y establecer prioridades. Delegar responsabilidades cuando sea posible y buscar apoyo en nuestros compañeros de trabajo o seres queridos también nos ayudará a evitar sobrecargarnos.
Otras herramientas útiles para mejorar nuestra productividad incluyen el uso de agendas o aplicaciones de gestión del tiempo, dividir las tareas en pequeñas metas alcanzables y establecer rutinas diarias que nos permitan mantener un orden en nuestras actividades.
Recuerda que el estrés es un factor importante que contribuye al agotamiento mental, por lo que debes prender a manejarlo adecuadamente. Existen diversas técnicas de manejo del estrés que pueden ser útiles como la respiración profunda, la meditación, la práctica de la relajación y el uso de técnicas de visualización. Estas te ayudarán a reducir la respuesta al estrés y a mantener nuestra mente calmada y equilibrada.
En algunos casos puede ser necesario buscar ayuda profesional para manejar y tratar el agotamiento mental. Un psicólogo o terapeuta especializado puede brindarte las herramientas y estrategias específicas para enfrentar esta situación. Además, puede ayudarte a identificar y abordar las causas subyacentes del agotamiento, así como a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables.
Ahora tienes las herramientas para entender cómo funciona el agotamiento mental y cómo eliminarlo para ser más vital y eficiente en tu vida universitaria.
Recuerda que en Areandina nos preocupamos por tu salud mental, así que tenemos herramientas y diferentes recursos disponibles para que te sientas bien. ¡Haz clic abajo!
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