Hablemos de… problemas de alimentación

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Entre las clases, el transporte, los trabajos de la universidad y las salidas con amigos hay quienes postergan una buena alimentación porque dicen que no hay tiempo; también hay quienes evitan comer lo que les gusta porque “¡Qué oso si me ven comiendo empanadas grasosas!”; otros disminuyen las porciones o hasta dejan de almorzar para estar más fit y hacen de esto un hábito, o incluso comen demasiado para luego “sacarlo todo” y supuestamente “quedar como nuevos”. La preocupación de muchos es el verse bien ahora y dejan para luego las preocupaciones de que algo malo pueda pasar, a pesar de esto, nuestro cuerpo no perdona estas faltas… entonces, ¿a qué nos enfrentamos cuando alteramos nuestra alimentación?

Como punto principal, se debe entender que hablamos de trastornos alimentarios que afectan nuestra rutina de alimentación, y la alteran o la modifican por hábitos no saludables. Así, es recomendable tener algunos conceptos claros para entender que el no comer, vomitar o comer en exceso pueden ser perjudiciales para nuestra vida:

• Anorexia nerviosa: este primer trastorno de la alimentación es cuando alguien de manera continua evita comer o lo hace en cantidades mínimas y solo de algunos alimentos, lo que deja por fuera una gran cantidad de nutrientes necesarios. La persona piensa y percibe que está gorda o con sobrepeso, pero la realidad es que muchas veces está por debajo del peso mínimo normal.
• Bulimia nerviosa: se da cuando una persona come en exceso y luego siente la necesidad de compensar ese acto, por lo que usualmente vomita, toma laxantes en exceso, hace demasiado ejercicio, ayuna constantemente o hace varias de estas cosas en simultaneo. La preocupación por la figura y el peso también son una de las razones principales de que alguien sufra este trastorno.
• Trastorno por atracón (compulsión para comer): aunque no sea tan comentado como los otros dos trastornos, la compulsión por comer es de tener cuidado, dado que una persona puede saturarse de comida según esté afectada por su estado de ánimo, sea que tenga sentimientos de culpa o debido a una baja autoestima, por nombrar dos razones. Es frecuente el hecho de que quienes tienen este trastorno sufran de sobrepeso u obesidad.

 

El lado negativo

La desventaja que creamos al no comer correctamente o al dejar de comer nos afecta de frente, porque nos falta energía, tenemos una presencia débil, no rendimos en las actividades diarias y nuestra concentración comienza a desmejorar. Además, afecta nuestras funciones básicas e incluso puede causar alteraciones en el ritmo cardiaco, causar infertilidad o frenar el crecimiento.

¿Por qué alguien haría esto?

Entender el porqué suceden las afectaciones en la alimentación es fundamental para detectar cuando nosotros o alguno de nuestros amigos está en ello y pedir ayuda.

Lo que más suele incidir para que suceda este tipo de trastornos son las percepciones sobre cómo nos vemos, si creemos que estamos gordos o incluso pensar que los demás nos tratarían mejor o agradaríamos más solo por ser más delgados. También se relaciona el nivel de autoestima que tiene cada uno, si se padece de depresión o de ansiedad, ya que el estado emocional incide en cómo nos percibimos y en cómo queremos que nos perciban, si este sentido de autopercepción está alterado entonces no podemos ver claramente quiénes somos.

¿Cuál puede ser la solución?

Lo mejor que puedes hacer en caso de que sospeches que tú o una persona cercana tenga un trastorno alimentario es buscar ayuda o asistencia médica, ya sea con un médico general, un psicólogo o un nutricionista, quienes podrán ayudar y dar recomendaciones confiables sobre cómo llevar una vida sana, respecto a la alimentación y a un estilo de vida saludable.

También, es recomendable comenzar por entender por qué es un problema que alguien no coma, coma en exceso o tenga hábitos perjudiciales como vomitar después de cada comida. Los periodos en los que alguien se ve afectado por estos trastornos son muy rápidos, y en cuestión de semanas alguien puede terminar en el hospital.

Muchas veces, la información que se transmite en medios sobre lo que es atractivo y las construcciones sociales mediáticas de lo que es considerado saludable está distorsionado y puede causar incomodidades o sentimientos de tristeza respecto a cómo se percibe el cuerpo de cada quien, pero es necesario tener una conciencia sobre lo que es estar sano y el cómo una persona no se mide por los kilos que pese sino por su calidad humana, su potencial y sus buenas acciones.