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Nov 9, 2021

El suicidio: una posible consecuencia de las enfermedades de salud mental en niños y jóvenes

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El suicidio: una posible consecuencia de las enfermedades de salud mental en niños y jóvenes

La salud mental es un estado de bienestar o tranquilidad emocional, psicológica y social que tienen todas las personas. Está deteminada por múltiples factores socioeconómicos, biológicos y psicológicos que pueden llegar a afectar la vida de una persona como el nivel de pobreza y de educación, la discriminación y la discapacidad, entre otros.

Para Andrés Gamba, psicólogo, magíster en psicología clínica y docente del programa de Psicología de la Fundación Universitaria del Área Andina, los factores que influyen sobre la salud mental están reflejadas en las experiencias que una persona logra tener a lo largo de su vida, personas con las que se relaciona, estrategias que utiliza para afrontar los problemas y actividades recreativas que acostumbra realizar. 

“Gozar de buena salud mental ayuda a que los seres humanos se sientan mejor consigo mismo, con su entorno y tener una mirada más esperanzadora de su futuro y aunque nos han enseñado que la salud mental y física son dos cosas diferentes, hay que recordar que no es así. Lo mental y lo físico van de la mano, malos hábitos fisiológicos como dormir o comer pueden influir en nuestras habilidades emocionales ó un duelo psicológico podría somatizarse en una dolencia física”, explica el docente Gamba.

Expresiones como “no puedo más”, “no sé qué hacer”, “lo he intentado todo y nada me sale”, se han convertido en frases frecuentes que escuchamos a diario pero poca atención le prestamos. Situaciones delicadas que pueden llevar a que una persona eleve su estado de depresión y frustración e incluso, pensar en la muerte, hecho que preocupa a los especialistas en salud mental. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, alrededor de mil millones de personas en el mundo viven con un trastorno mental, donde la depresión se presenta como una de las principales causas de enfermedades y discapacidad en los niños, niñas y adolescentes, así como que aproximadamente cada 40 segundos en el mundo alguien muere por suicidio, pero, ¿Qué pasa en Colombia?

Cifras recientes del DANE, “el número de suicidios en Colombia tuvo un incremento del 9% con respecto al periodo de enero y abril de 2020. En los primeros 4 meses del presente año, se presentaron 958 casos de muertes autoinfligidas, 79 más que en el mismo periodo de 2020”. Según la entidad, el incremento de número de suicidios estaría relacionado con temas como aislamiento social, incertidumbre sobre el futuro, pobreza, problemas económicos y sociales, pero sin tener una certeza completa de que las muertes pueden estar influenciadas por la pandemia de manera directa.

Llama también la atención los datos demográficos y geográficos del informe en el que, “la tasa de muertes más elevada se encuentra en la población joven entre los 20 y 24 años con un 14,9%, es decir, 9,4 fallecidos por cada 100 mil habitantes del país. En cuanto al número de fallecimientos por muerte autoinfligida de niños entre los 10 y 14 años, se estima un crecimiento del 4,4%. Los departamentos de Vaupés, Amazonas, Arauca, Tolima y Huila, registraron la mayor cantidad de muertes por suicidio, mientras que Atlántico y La Guajira, han disminuido gradualmente desde el 2015”.

Prevenir, mejor que curar

Muchas personas que tienen trastornos de salud mental consideran que sus signos y síntomas son parte normal de la vida o evitan el tratamiento por vergüenza o miedo. Y aunque la depresión, el desánimo y el decaimiento se hacen más latentes en la vida diaria de las personas por múltiples factores, el docente Gamba recomienda una regulación física para que el cuerpo pueda enfrentar situaciones críticas:

  1. Tener higiene del sueño: se recomienda dormir entre 6 y 7 horas, procurar no tener muchos distractores al momento de dormir como equipos tecnológicos para tener sueño reparador.
  1. Cuidar la alimentación: se sugiere consumir frutas y verduras, el consumo de sal, azúcar, grasas y aceites debe ser de manera moderada, así como mantenerse bien durante el día.
  1. Practicar el ejercicio: la actividad física genera dopamina y serotonina que son neurotransmisores que permiten mejorar el estado de ánimo.  La OMS recomienda que los niños realicen al menos 2 horas diarias de actividad física, los adolescentes al menos 60 minutos durante 3 veces por semana, y los adultos al menos 150 minutos semanales.
  1. Arreglarse todos los días: aunque no hayan motivos para salir de casa, el autocuidado es esencial para la buena salud mental.
  1. Activar redes de apoyo: el contacto social con amigos, familia, iglesia o grupos deportivos, es importante para manejar el estrés diario.
  1. Aceptar las emociones desagradables y buscar con quién expresarlas.
  1. Controlar el tiempo: dedicar un tiempo de uso prudente a los medios tecnológicos, como el smartphone, tablet o el computador.
  1. Vivir para ser feliz: dejar de estar en modo productivo las 24 horas y dedicar tiempo a la diversión.