Inicia la cuaresma y una nueva oportunidad de consumir pescado preparado en casa. Conozca de la mano del chef y docente de Areandina Román Correa, seis aspectos principales para asegurarse que el pescado esté fresco y prepare una receta sencilla en casa para esta festividad.
La carne debe ser firme, pero a la vez elástica al tacto, bien adherida a la espina dorsal (huesos) y que no se desprenda de ellos la clave está en hacer presión con los dedos (limpios) y que la carne retorne rápidamente al estado que se encontraba, el color debe ser brillante. No es fresco si la carne es blanda y floja, se desprende de los huesos con facilidad.
Tienen que estar completamente unidas entre sí y además bien pegadas a la piel, con un brillo metálico, no viscosas. No es fresco si están opacas, viscosas o se aprecia la carne con una gran pérdida de éstas o simplemente al tocarlo ellas se desprenden.
Debe estar completamente eviscerado (sin ninguna víscera) y limpia, superficie sin desgarres (carne firme) brillante (lustrosa). No es fresco si en el interior se encuentra desgarrado, si se aprecian espinas separadas de la carne, evisceración incompleta.
Ocupan toda la cavidad orbitaria (no están más pequeños que la cavidad). Deben ser transparentes, brillantes, sobresalientes y la pupila oscura). No es fresco si son opacos o nublados, hundidos y pupila grisácea.
Agradable, con aromas a mar o rio. No es fresco si presenta olores extraños como amoniaco o fétido.
Su coloración debe ser rosada a rojo intenso, húmedas y brillantes, no deben tener sustancias blanquecinas y viscosas, olor a mar o rio. No es fresco si la coloración es café pardo, mucosidades amarillentas y espesas.
RECETA EN CASA
Mojarra al mojo de ajo
Ingredientes:
Tip del Chef