Ejercicio y aprendizaje: una relación entre mente y cuerpo

Aprender es una de las actividades más enriquecedoras y satisfactorias de la vida, y se debe aprovechar al máximo. Cuando eres estudiante tienes el privilegio de aprender algo nuevo casi que a diario; pero cuidado, muchos olvidan prepararse para aprender de la mejor manera.

Si bien la disposición es la primera herramienta que debes tener a la hora de aprender, el ejercicio debe ser la segunda, ¡sí, el ejercicio! Porque este prepara tu mente y cuerpo para apropiarte de los nuevos conocimientos.

 A continuación, averiguarás por qué afirmamos que, con un cuerpo sano, llega una mente sana y lista para aprender.

¡Cerebro recargado de energía!

Cuando haces ejercicio se bombea sangre a todo el cuerpo. La sangre contiene nutrientes que ayudarán a que tu cerebro esté listo para enfocarse en el estudio.

Aumento del rendimiento mental y físico

¿Te ha pasado que luego de un tiempo de estudiar para un examen sientes que tu cabeza no da más? Bueno, con la actividad física diaria mejorarás esa resistencia mental, siendo capaz de soportar mejor largas jornadas de estudio.

Poco a poco, verás cómo tu mente soportará y superará retos académicos cada vez más grandes.

Podrás retener más información

Las personas que hacen ejercicio antes de ir a trabajar o estudiar, liberan endorfinas que los mantienen alertas y concentrados en la mayor parte de su día.

En tu caso estarás alerta para los nuevos conocimientos que vienen con cada materia.

Funciona como un pre y un pos-estudio

Luego de una larga jornada en la universidad, un poco de ejercicio intenso te ayudará a obtener más endorfinas que, en este caso le darán a tu cuerpo justo lo que necesita: relajación y satisfacción.

Conviértete en alguien optimista

Sabemos que existen temas y materias que son bastante difíciles, que requieren de mucho esfuerzo; incluso, en algunas ocasiones, te harán sentir incapaz de superarlas haciéndote ver un panorama negro.

El ejercicio tiene ese efecto de calma sobre tu cerebro que te ayudará a tener una mentalidad positiva respecto a los retos. Si eres una persona pesimista, el ejercicio podría ser ese camino para transformarte en alguien optimista.

¿Estás listo para complementar tu rutina de aprendizaje?

Recuerda que la idea es sumarle algo de actividad física a tu día; no tienes que ser de esas personas que se la pasan metidos en un gimnasio. Puedes ir de 30 a 60 minutos, 3 veces a la semana antes o luego de tus clases.

En Areandina contamos con un gimnasio al que podrás asistir a la hora que mejor te parezca.

Si lo prefieres, puedes practicar un deporte de tu gusto y unirte a alguno de nuestros equipos universitarios (ves cómo en el proceso de aprender y estudiar también puedes darles vida a otras pasiones de tu vida; quizás es el momento de practicar ese deporte que siempre has querido). Incluso, puedes salir a trotar cerca de tu casa por un rato.

¿Lo ves? El aprendizaje está basado en el desarrollo del “músculo” más importante: el cerebro. Y como cualquier músculo, hay que prepararlo para usarlo. Ahora que ya sabes cómo, te invitamos a hacer de tu cerebro la herramienta más poderosa para aprender y marcar la diferencia en tu universidad y en el mundo laboral.