¿Cómo prepararse para un examen final?

Un parcial o examen final es uno los grandes retos a los que se enfrentan los universitarios. Los nervios de que no se vaya a olvidar ninguno de los temas vistos durante el semestre, la ansiedad de pensar que ya es el último examen del período y todos aquellos factores que se te pueden cruzar por la cabeza, tendrán el poder de convertir tu examen en una pesadilla.

¡Tranquilo!, para ti y para los miles de estudiantes que viven esta situación existen algunos elementos que pueden aplicar, para no perder sus exámenes y para pasarlos con notas altas.

El descanso

Vía Giphy.

Cuando se habla de exámenes, automáticamente te imaginas haciendo mil cosas distintas para estudiar y lo último que se te pasa por la cabeza es descansar.

Nuestro primer y más importante consejo es que cuides tu tiempo de descanso. Haz que tus tiempos de estudio te permitan dormir por las menos 6 horas diarias. Aquellos que pasan días enteros sin dormir tienen una gran probabilidad de confundir y hasta olvidar lo estudiado, mientras que aquellos que tienen un equilibrio entre su descanso y estudio, tienen mayor probabilidad de superar exámenes gracias a que sus habilidades lógicas, de análisis y de concentración no han sido nubladas por el agotamiento.

La anticipación

Muchas veces no se reprueban exámenes por la dificultad en sí, sino por el mal manejo del tiempo y la procrastinación al estudiar.

Estudiar un día antes los temas de todo un semestre para un parcial final, es lo menos inteligente que puedes hacer, porque tu cerebro no tendrá el suficiente tiempo para digerir, procesar y apropiarse de los conocimientos. Además, estimularás la memoria a corto plazo (poco útil).

 Lo correcto será que comiences a estudiar con varios días de antelación (por lo menos 4), de esta forma tu memoria a largo plazo será una aliada para que en el momento que tengas que responder el examen los conocimientos fluyan naturalmente. Es mejor estudiar dos horas diarias durante cuatro días y no 8 horas en un día.

¿Tus apuntes valen la pena?

Los apuntes tomados en clases son un arma de doble filo. Si son legibles y resaltaste lo necesario de cada tema, te ahorrarán mucho tiempo de estudio. Si por el contrario, no anotaste lo importante y ni siquiera se entienden los garabatos escritos, tus apuntes te llevarán derechito hacia una mala nota.

Compara tus apuntes con los de un compañero y te darás cuenta sobre la calidad de lo que apuntaste. Estén bien o mal, puedes complementar la información con sus apuntes o buscando más sobre el tema en internet.

Hazlo fácil

Aplica algunas técnicas sencillas de estudio para hacer más digerible y sencillo el aprendizaje. Crea mapas mentales, utiliza fichas de estudio, haz resúmenes, subraya lo importante. De esta forma, aumentarás la capacidad de asimilación de nuevos conocimientos y cuando repases no tendrás que volver a leer un montón de páginas.

Teoría y práctica

El círculo del aprendizaje está determinado en dos grandes ejes: la teoría y la práctica. Un gran error es solo enfocarse en la teoría y olvidar la práctica.

Recuerda que si tienes una buena antelación para estudiar, podrás destinar tiempo para ambos ejes. El cerebro humano aprende conocimientos con la teoría y se apropia de ellos con la práctica.