Cuando estamos en nuestro último semestre, ya hemos presentado el trabajo de grado, nos han aprobado todas las materias y solo nos queda comprar el traje o el vestido para la graduación y esperar el día que nos hagan entrega del diploma… en ese momento nuestra atención está enfocada solo en completar una etapa, quizás una de la más importantes en nuestras vidas y que nunca olvidaremos, pero… ¿y luego qué sigue?
Según sabemos, tan pronto nos graduamos debemos trabajar, ahorrar un poco y luego hacer un posgrado. Bien, pero es necesario que para empezar a trabajar cumplas con una serie de requisitos para que estés a tono con el ambiente laboral y que te recomendamos no los dejes para último momento, siempre es mejor que vayas adelantando antes de salir de la universidad y no te quedes de último en esta fila. Veamos entonces cuáles son:
- Hacer una lista de metas: lo primero que debes hacer es saber en dónde estás y a dónde quieres llegar, tener claridad sobre las metas que deseas alcanzar y trazar un plan de cómo lograrlas. Si bien no es un plan calculado según días y meses, es bueno que tengas un estimado de en cuántos años deseas lograr qué cosas. Por ejemplo, comprar un carro, alquilar un apartamento, pagar tu crédito estudiantil (si lo tienes), obtener el trabajo soñado, etc.
- Tener claros los intereses del campo de trabajo (y el trabajo mismo): cuando pensamos que debemos trabajar en nuestro campo, realmente las opciones son bastante amplias, dado que hay muchas posiciones de trabajo que podemos ejercer y muchas jerarquías. Por lo que tener claro cuál es nuestro empleo ideal, saber cómo podemos llegar a él y generar una hoja de vida con experiencia sólida y relacionada, es sumamente importante para alcanzar nuestras metas. Ojo, no se trata de que no puedas trabajar en otro campo, al final todo es experiencia y eso siempre suma, pero si tienes la oportunidad en tu área, ello te ayudará a alcanzar más rápido tus metas.
- Organizar la hoja de vida y el portafolio: lo primero es realizar tu hoja de vida, la cual debe contener la información esencial de experiencia laboral y tu recorrido académico. Acá debes incluir no solo el pregrado que cursaste, sino también los cursos, talleres, seminarios, diplomados, especializaciones, simposios, conferencias y demás actividades en las que has participado. Ten en cuenta que la presentación también es muy importante, y tanto tu resumen profesional como el diseño en que lo hagas serán tu carta de presentación.
Por otro lado, el portafolio que muestres debe ser atractivo y organizado, este será lo que pruebe lo que has logrado implementar y reflejará tu estilo. Recuerda que, si deseas saber cómo hacer un portafolio profesional, solo debes hacer clic aquí y te contamos cómo.
- Generar una agenda de contactos: a lo largo de tu carrera has conocido a muchas personas de tu área profesional, algunas más destacadas que otras, pero todas en ese círculo en el que te quieres desenvolver. Así, un poco antes de graduarte, es buen momento para organizar tus contactos profesionales y mantenerte cerca para poder tener referencias profesionales o conseguir empleo dentro del campo de trabajo deseado.
- Habilitar LinkedIn: esta red social es quizá uno de los motores de búsqueda de trabajo más fuertes en el mundo. Esta herramienta te permite tener una hoja de vida completa en línea y te ayuda con los contactos y las certificaciones sobre habilidades que posees y que otros validan. Es importante que tu LinkedIn también aparezca en tu hoja de vida, así conectas ambos formatos y puedes complementar un poco más de información con el perfil digital.
- Crear un speech o una carta de presentación: en algunos trabajos se solicita que añadas un pequeño discurso o que generes una carta de presentación y postulación a dicho empleo. Por ello, es bueno que antes de graduarte puedas irla elaborando y coloques el por qué con tus destrezas eres un candidato ideal para ser contratado. En la elaboración de esta carta necesitas ingenio, creatividad y mucha honestidad, dado que luego de darte a conocer por medio escrito pasarás a una entrevista presencial; y no olvides destacar tus mejores habilidades y la cortesía.
- Tener conciencia de esta nueva etapa: finalmente, debes tener claro el lugar de tu vida donde te encuentras. Si bien ya no eres un adolescente, tampoco eres un adulto con mucha experiencia. Entonces en este punto es necesario visualizarse a uno mismo como un joven profesional, quien tendrá muchas ideas (unas buenas y otras no tan buenas), dispuesto a trabajar y a afrontar de manera creativa y metódica todas las pruebas que se te vayan presentando para escalar profesionalmente, tú tienes el mundo por delante querido Areandino, y es este el momento de comerse al mundo.
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