En ciertos puntos de la vida, nos toca hacer malabares con diferentes actividades que requieren una porción considerable de nuestro tiempo, y en esos periodos queremos lograr varias cosas:
- Tener energía disponible para rendirnos.
- Organizarse bien para que podamos ser cumplidos.
- Tener una buena actitud para sortear los improvistos.
- Sentirse eficiente y ver excelentes resultados.
- Llegar a final de año con cabello y sin tantas ojeras.
Si nuestro objetivo es sacar una carrera universitaria, entonces es necesario revisar si contamos con los recursos para ello, qué opciones hay disponibles para hacerlo y en cuánto tiempo se podrá lograr. De esta manera, ya uno se comienza a organizar de acuerdo a una meta, la cual nunca se debe perder de vista, ser determinados en lo que se quiere.
Muchas veces, el tema económico nos hace flaquear o dudar, pero si una beca, un préstamo o una herencia no son opciones válidas, trabajar es un tema que tiene que plantearse de forma seria y sin muchas dilaciones.
Afortunadamente, contamos con experiencia para poder darte algunas soluciones para estudiar y trabajar y evitar que desfallezcas en el intento:
- Organiza tus finanzas. Lo primero es hacer buenos estimados y cálculos, cuánto es lo mínimo que puedes ganar en un mes y según gastos mensuales cuál sería el monto a ahorrar para pagar la matrícula y los materiales que necesites durante el semestre. No olvides incluir lo que destinas a transporte y comida.
- Trabaja un poco antes de estudiar. Para comenzar siempre necesitarás un capital semilla, por lo que puedes tener una meta y un cronograma establecido entre trabajo y estudio, puedes comenzar a trabajar cinco meses antes de inscribirte en tu primer semestre y tener ya un dinero ahorrado.
- Encuentra el amor… a lo que haces. Muchas veces los primeros trabajos suelen ser un poco difíciles, ya sea porque están relacionados a tareas repetitivas o porque no es lo que sueñas hacer, sin embargo, siempre puedes buscar el lado positivo. Comienza por entender muy bien el flujo de trabajo, cómo lo que haces hace parte de algo mayor y ve si puedes dar sugerencias en procesos que se puedan mejorar. Si das lo mejor de ti, con constancia y con cariño a lo que haces, los demás lo notarán y a futuro eso dará sus frutos.
- Face… pausa. Las redes sociales ya no deberán ocupar una parte tan importante de tu tiempo, y será necesario que reduzcas algunas actividades digitales que quizá no te generen tanto beneficio, así, el tiempo que destinabas a esto podrás aprovecharlo para una de tus metas más soñadas. Ojo, tampoco es que las cierres, sino que reduzcas su consumo.
- Lee, lee, lee. Estudiar se trata, en gran parte, de adquirir conocimientos teóricos y de comprender cómo estos se llevan a la práctica. Para ello, es necesario que tu ingesta diaria recomendada de libros sea mayor. Ya sea en el bus, en un consultorio mientras esperas que te atiendan, en los descansos de tu trabajo, en el tiempo que te sobra después de las comidas y en el salón mientras esperas que llegue el profesor. Leer enriquece el alma y las respuestas en el examen.
- Habla con tu jefe. En los primeros semestres es normal que alguna que otra materia se vea en horas de la tarde y pueda interferir con el horario de trabajo que llevas, por lo que es bueno que puedas conversar con tu jefe y ver qué solución existe para que puedas estudiar y compensar esas horas de trabajo en otro turno o llegar un poco más temprano cada día. Lo peor que puede pasar es que te toque buscar otra solución, no te desanimes.
- ¡Date un break! Durante las sesiones de estudio que tengas, guarda espacio para distraerte con algo, salir por un café, ver el capítulo de alguna serie, avanzar un par de niveles en un juego del celular u otra actividad que te llame la atención. Esto es porque tu cerebro necesita descansos para poder asimilar la información que le suministras. Si tienes “breaks” durante las jornadas de estudio, repetir el ciclo será cada vez más fácil. Eso sí, evita que tus descansos sean para trabajar, tu cerebro necesita relajarse.
- Lleva una agenda. También puede ser un cronograma, lo importante en este punto es que puedas llevar un registro de los trabajos y exámenes que tienes pendientes, y también de las reuniones, capacitaciones y sesiones de trabajo especiales. Allí también puedes programar tus sesiones de estudio y las horas que reservarás para hacer los trabajos de la universidad.
- No pierdas el foco. La meta es una de las cosas más importantes, sí, obtener el título e irte relacionando cada vez más con el área que hace que sonrías y te sientas a gusto. Piensa en la recompensa y mientras lo haces, date cuenta cómo vas avanzando, tus logros y siéntete como lo que eres, un guerrero y alguien que sobresale entre los demás.
Dejaremos hasta aquí y en una próxima entrega te daremos más consejos para llevar de la mano ambas facetas de tu vida. Recuerda que para recibir más contenidos del blog puedes suscribirte en la caja que aparece a mano derecha.