El panorama de esta carrera es prometedor y continua en crecimiento. Según el Ministerio de Educación Nacional (MEN), la demanda de profesionales en esta área aumentó entre 2023 y 2024 un 12 % frente a años anteriores, debido a los avances tecnológicos y las innovaciones que ha presentado en materia de procedimientos quirúrgicos y el desarrollo de insumos médicos y materiales biomédicos implantables.
A nivel laboral, de acuerdo con Ángela Maria Yepes Marín, directora del programa de Instrumentación Quirúrgica de Areandina, seccional Pereira y actual presidenta de la Asociación Colombiana de Facultades de Instrumentación Quirúrgica (ACFIQ), estos profesionales hoy tienen un mayor nivel de posicionamiento, especialmente en roles administrativos, gerenciales y comerciales dentro del sistema de salud, reflejando una evolución en su perfil ocupacional.
“Asimismo, el fortalecimiento de competencias en robótica y el manejo de tecnologías avanzadas en cirugía, también han sido dos factores determinantes en la transformación del perfil de los instrumentadores quirúrgicos, quienes cada día se alinean mejor con las necesidades del mercado y están más capacitados para responder a la expansión de hospitales, clínicas y consultorios especializados que se está dando actualmente en el país”, destaca Yepes.
Con relación a las proyecciones de este pregrado, la docente de Areandina destaca que la demanda de estos profesionales seguirá en aumento, “dinámica impulsada por los avances tecnológicos en cirugía y la expansión de servicios de salud en el ámbito público y privado”, dice.
Entre ellos, Yepes resalta los cuatro que más están generando impacto en el rol y quehacer médico de los instrumentadores quirúrgicos.
Primero, sobresale la incorporación de la robótica como un recurso clave en las cirugías. “Estos sistemas avanzados han revolucionado la precisión de los procedimientos quirúrgicos, reduciendo la invasividad y acelerando los tiempos de recuperación de los pacientes”, explica.
Segundo, las prácticas basadas en simulación y realidad aumentada están permitiendo a los estudiantes y profesionales de esta área perfeccionar técnicas complejas en un entorno controlado y seguro. “Esto reduce significativamente el margen de error en situaciones reales y mejora la preparación para cirugías de alta complejidad”, afirma Yepes.
Tercero, los avances en torno a la esterilización de elementos médicos y el mejoramiento de las técnicas de control de infecciones, son otros hitos a resaltar. Ambos aspectos están facilitando una mayor asepsia en los quirófanos, lo que es fundamental para asegurar los más altos estándares de seguridad para la prevención de transmisión de virus y bacterias durante las cirugías.
Y cuarto, desde la academia, vale destacar el esfuerzo que están haciendo las universidades para implementar y ampliar la oferta de programas de educación continua (cursos cortos y diplomados, entre otros) y de certificaciones especializadas en este campo, que están elevando los estándares de competencia y profesionalismo en la Instrumentación Quirúrgica.
“Estas opciones de formación aseguran que este tipo de profesionales se mantengan actualizados con las últimas innovaciones y prácticas, lo que, a su vez, fortalece su rol dentro de los equipos quirúrgicos, contribuyendo a la excelencia en la atención médica”, concluye Yepes.
Un dato para tener en cuenta
A la fecha, según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES), 13 universidades ofrecen la carrera profesional de Instrumentación Quirúrgica en Colombia. Hoy el 46 % de su oferta académica cuenta con acreditación en Alta Calidad.