Así se vivió el Areandina Summer Camp

“Una experiencia increíble, sin duda la volvería a repetir”, así describieron muchos de los Areandinos la experiencia vivida en el “Areandina Summer Camp” que se llevó a cabo en octubre, en la sede en Valledupar. Los más de 500 estudiantes participantes fueron elegidos por ser líderes naturales en cualquiera de las esferas y espacios en su sede, característica que les permitió llevar el estandarte de sus compañeros y ser la voz de todos los estudiantes en un evento que cambió el curso de Areandina.

El reto: construir, con estudiantes de Bogotá, Pereira y Valledupar, el gran “Manifiesto del estudiante Areandino”, una consigna de motivos, derechos y deberes que definen el actuar y pensar del estudiante de Areandina, quien lleva con orgullo la insignia de su Alma Máter. Para ello, durante toda una semana en el Areandina Summer Camp tuvieron lugar actividades e integraciones de liderazgo, felicidad, responsabilidad y otros pilares institucionales que llevaron a los Areandinos por el camino correcto para construir el manifiesto.

El camino: un extenso, pero divertido viaje desde Pereira y Bogotá hacia Valledupar, en buses adecuados y marcados con insignias como “Aquí van los embajadores Areandinos”, al hacer de esta experiencia un auténtico viaje de élite que solo algunos pudieron disfrutar en su totalidad.

El lugar: Valledupar se vistió de fiesta y cesó casi la totalidad de sus actividades para recibir a los Areandinos hermanos de las otras sedes para el Areandina Summer Camp. Los recibieron con una gran comparsa vallenata que, desde el primer momento en el Cesar, les hizo sentir la calidez de la región y su gente. El rector nacional, Fernando Laverde Morales, y la rectora de la sede de Valledupar, Gelca Gutiérrez, personalmente fueron de bus en bus y recibieron a todos los viajeros que, durante los siguientes cuatro días, hicieron parte del primer encuentro nacional de estudiantes Areandinos.

Lo de contar: muestras culturales diversas, concursos, grabaciones de video, talleres de liderazgo, fiesta blanca, comida deliciosa y una salida al río con todos los juguetes, estos son, en gran extensión, las aventuras que los Areandinos construyeron durante el viaje.

El regreso: con el objetivo cumplido, nuevos amigos y muchas experiencias por contar, los Areandinos regresaron a casa convertidos en una única familia. Sin duda, el Areandina Summer Camp hizo posible que nuestra comunidad a nivel nacional se uniera más, sin distinción de ciudad, raza, edad o cualquier otra diferencia que nos hiciera distintos. ¡Somos iguales, Areandinos y felices!

¡Vive la experiencia de primera mano con todas las fotos y videos que los Areandinos compartieron durante su viaje!

 

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