¿Qué tan compradores compulsivos son los colombianos?

Este viernes 11 de marzo se realizará el primer Día Sin IVA del 2022, una jornada decretada por el Gobierno Nacional para que las personas puedan hacer compras exentas del Impuesto del Valor Agregado y aprovechar las ofertas y promociones que estarán a la orden del día.

Para hombres, mujeres, jóvenes, adultos, sin importar el género o la edad, es indudable que resulta placentero salir o hacer compras online, ya sea por gusto, necesidad, conveniencia o simplemente, para llenar un vacío emocional, pero lo que pareciera una simple acción de satisfacción, podría convertirse en una conducta adictiva.

Aunque el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales no tipifica a la compra compulsiva como un trastorno, Giselle Olivella López, Psicóloga clínica y docente del programa de Psicología de Areandina sede Valledupar, explica que existen conductas asociadas a una alteración en todas las áreas de ajustes.  “Se considera compra compulsiva u oniomanía a aquella adicción de una persona incapaz de manejar un impulso asociado a la necesidad de compra o adquisición de algún bien”.

De acuerdo con la docente Olivella, aunque no existen causas exactas o aproximación directa que pueda establecer el origen de esta conducta, “existen investigaciones que afirman que puede estar asociadas a una inadecuada estrategia de afrontamiento, es decir, una persona que no tiene otros recursos emocionales o psicológicos para enfrentarse a una situación difícil, lo que lleva a esa persona a refugiarse en el escenario de las compras que puede variar en muchas ocasiones, desde comprar por utilidad hasta comprar y almacenar, que en otro escenario, podríamos llamar acumulador”.

SÍNTOMAS DE ADDICIÓN

Desde el punto de vista psicológico de la experta Olivella, las personas que padecen de compra compulsiva, tienen un comportamiento totalmente desadaptativo donde ese deseo irresistible se hace incontrolable. “La persona no puede evitar comprar, necesita gastar e incluso, si no tiene dinero, pide un préstamo o saca una Tarjeta de Crédito para aumentar su poder adquisitivo y suplir esa compulsión de compra. Esa conducta les genera bienestar o tranquilidad que, en caso de no hacerlo, puede presentar malestares físicos, taquicardia, sudoración o pensamientos de inutilidad”.

 

HOMBRES Y MUJERES: ¿QUIÉNES COMPRAN MÁS?

Según el análisis de investigación de mercados realizado por BrandStrat, “el género masculino es menos impulsivo que las mujeres, donde 31 hombres de cada 100, se identifica con este tipo de comprador, mientras que 33 mujeres de cada 100, tienen la necesidad de aprobación por parte de sus allegados”, lo que, para la experta Olivella, “es más probable que las mujeres presenten una conducta mayor de deseo de compra”.

A estos datos, se suman los realizados por el Estudio de Demanda de Comercio Electrónico, publicado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, MinTIC, donde se evidencia que:

• Los hombres son los mayores compradores en línea en el país con el 52.3% frente al 47.7% de mujeres.
• Las mujeres usan más el celular para hacer compras, donde el 69.4% de pedidos lo hacen desde el teléfono móvil y el 28.4% desde un computador.
• Las categorías de compra en línea lo lideran la moda (26 %), el entretenimiento (11 %), el turismo (9 %), los alimentos (9 %) y los electrodomésticos (9 %).
• Bogotá con el 22 %, Medellín y Cali con el 14 % y Barranquilla con el 13 %, son las ciudades donde las personas compran más por internet.
• Los métodos de pago más utilizados son las aplicaciones, tarjetas débito o crédito, pago contra entrega, puntos de recaudo en efectivo y finalmente bancos.

¿EXISTE CURA O TRATAMIENTO?

Desde la psicología, existe una alternativa que ayuda a desarrollar estrategias para enfrentarse a esos pensamientos y deseos de compra compulsivos. De acuerdo con la docente Olivella, “la Terapia Cognitiva Conductual podría interrumpir esa relación de pensamiento-conducta directa generando alternativas, estableciendo patrones de compra sanos, reestructuración de pensamientos racionales y emocionales y desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas”.

Finalmente, la psicóloga Olivella recomienda evitar compras en momentos de tristeza o ánimo bajo, realizar una lista de compras para valorar lo que realmente necesita, salir con el presupuesto medido y buscar ayuda con un profesional de la salud para tratar a tiempo.