Hablemos de ansiedad universitaria

La etapa universitaria debe ser una de las épocas más felices en la vida de cualquier persona.

Es un tiempo en el que aprendes cómo desarrollar las habilidades y los conocimientos en eso que te apasiona, pero también es el momento en el que tienes que disfrutar al máximo cada materia, trabajo y hasta los ratos con tus compañeros.

Enemigo a la vista

Lamentablemente, existen enemigos invisibles como la ansiedad que no permiten que miles de estudiantes disfruten de su etapa universitaria.

¿Has sentido que tus obligaciones te superan?, ¿son tantas las responsabilidades que te sientes incapaz y pierdes la calma?, ¿te sientes inseguro ante cada desafío que se te presenta? Si tu respuesta fue sí a alguna de estas preguntas es porque (en alguna medida) la ansiedad está presente en tu vida.

A continuación, te daremos algunos consejos para controlar y eliminar la ansiedad para que disfrutes a plenitud tu etapa universitaria.

Tipos de personas

Existen estudiantes que solo caen en estados de ansiedad ante situaciones extremas, como por ejemplo, perder el semestre.

Mientras que hay quienes tienen una personalidad sensible al estrés y a la ansiedad. Por ejemplo, les asignan un trabajo en clase para la semana siguiente y es como si les pusieran sobre sus hombros una gran carga que dispara su ansiedad al máximo.

Todas las personas pueden aprender a controlar la ansiedad, los más sensibles pasarán primero por una etapa para aprender a entender más sus estados de ánimo (entre ellos la ansiedad) y posteriormente la lograrán controlar o aprenderán a manejarla apropiadamente.

 

Identifica detonadores

Para muchos estudiantes los exámenes finales son sus detonadores o para otros son los trabajos en grupo, dado el temor de desarrollar una tarea con personas que no se comprometen.

Sean cuales sean tus detonadores, identifícalos para evitar el factor sorpresa, el cual es un potenciador de la ansiedad.

Cada persona puede tener distintos detonadores que disparen su ansiedad.

De la procrastinación a la acción

La procrastinación es uno de los caminos por donde viaja la ansiedad hacia tu cabeza.

A continuación te explicamos dos actitudes que explican esta situación:

1. Actitud relajada: esta actitud la toman los estudiantes que al asignarles un trabajo de alguna de sus materias, lo aplazan y lo aplazan hasta última hora, con la excusa de que es algo sencillo y que podrán realizar luego.

2. Actitud temerosa: esta actitud está presente en aquellos estudiantes inseguros que al recibir alguna responsabilidad académica se sienten incapaces de hacerlo de forma correcta, llenándose de miedo y posponiendo todo una y otra vez.

El tiempo que dures procrastinando, es el mismo tiempo que le dejarás la puerta abierta a la ansiedad.

Por tal motivo, es recomendable que pases a la acción de inmediato: comienza ese trabajo o tarea lo más pronto que puedas, si es posible, el mismo día. Esto te ayudará a motivar a tu cerebro, le harás ver que sí eres capaz y que dicha tarea es sencilla.

¡Bien dicen que lo más difícil es comenzar! Por lo que con este punto ya tendrás un gran avance.

La magia de la planeación

 

Queremos darle continuidad al punto anterior para que vayas más allá.

Hay tareas en la universidad que no vas a terminar en un solo día por su dificultad o cantidad, para hacer eficiente ese proceso crea un plan para esas tareas (horario), de forma que puedas dedicarles el tiempo necesario.

La gran ventaja de tener un plan es que vas a experimentar esa sensación de control y cumplimiento sobre tus responsabilidades.

Solución a la emergencia

Si por alguna situación llegas a caer en el pico máximo de ansiedad, donde todo lo que ves es problemas y no soluciones, busca relajarte de inmediato.

No cometas el error de seguir pegado al libro que estás estudiando, ya que tu mente puede estar colapsada y será incapaz de enfocarse en el estudio.

Una opción es cerrar los ojos, respirar y escuchar esas canciones que te relajan. También puedes salir a caminar para que la sangre circule y veas que el mundo no se ha acabado.

Con la mente relajada comenzarán a aparecer las soluciones.