Hablemos de adopción animal

En casa ya teníamos un Golden Retriever de 3 años llamado Jacobo, sin embargo, yo quería otro can que pudiera hacerle compañía a jaco. Revisamos muchas opciones. Evaluamos razas, precios, ventajas, contras, pero no se nos pasó por la mente adoptar. Un día salimos a nuestro habitual paseo dominguero, nos topamos con un operativo de adopción y decidimos acercarnos a ver qué tal. Terminamos con Berlín, un hermoso cachorro mestizo que definitivamente me cambió la vida.

Berlín corrió con la suerte de ser llevado a un hogar amoroso, donde solo se le han dado cuidados y cariño. Lamentablemente no es la historia del común. A pesar de que Colombia es un país que pudiese considerarse pet friendly, el control de esterilizaciones se queda corto y muchos perritos y gatitos viven en situación de calle, expuestos a los peligros de esta y a merced de personas indiscriminadas con una crianza dudosa por su falta de empatía y respeto por la vida de otros seres vivos.

Por ello, cuando personas de bien se organizan sin interés comercial para rescatar a estos amigos peludos, el mérito es increíble. La labor de darles a perros y gatos una nueva oportunidad ampliando sus probabilidades de conseguir un hogar, es tener el cielo asegurado. Y no tienes que ser amante canino para resaltar este fenomenal trabajo. Por eso hoy en El Blog de Areandina vamos a hablar de adopción animal.

 

Animal Parche

En 2015 incluimos en nuestra sede en Pereira la iniciativa Animal Parche, una propuesta cuya intención es ubicar a perros y gatos en hogares amorosos a través de la adopción. Para 2017, esta iniciativa se pudo traer a Bogotá, articulándose con la idea de las estudiantes de Psicología: Yenifer Álvarez y Jesica Maldonado, quienes tienen en el sector La Calera, una fundación donde no solo rescatan a los animales, sino que los cuidan, alimentan y le buscan dueños.Conoce la Fundación TAFC

Estas jornadas animalistas se realizan en el marco de la celebración del Día del Voluntariado cada 5 de Noviembre.

Ventajas de adoptar un perro o un gato

Tener una mascota en casa reduce la ansiedad, nos levanta el ánimo, contrarresta la depresión, ellos nos ayudan a establecer una rutina diaria (nos dan estructura) además de acabar con la soledad. En el caso de personas con discapacidades físicas, la presencia de una mascota mejora su calidad de vida. Son ideales para pacientes con enfermedades cardiovasculares, hipertensión, estrés, presión arterial y trastornos psicológicos.

Los niños también se ven beneficiados al compartir con animales ya que desarrollan confianza en sí mismos y sentido de la responsabilidad. Aprenden a manejar su control de la estima y si hay hermanos en casa, logran lazos más estrechos entre sí.

 

Otros elementos a considerar

Estás salvando una vida:

no es una exageración. Adoptar es rescatar. Al hacerlo, le estás ofreciendo a un perro o gato, una segunda oportunidad. Le estás abriendo las puertas a una nueva vida. Con buenos cuidados médicos, mejor alimentación, una casa llena de amor lejos del frío de la calle. Incluso, los estás rescatando de las mismas limitaciones que pueden tener las fundaciones, después de todo recordemos que estas trabajan con las uñas y muchas veces no cuentan con los recursos necesarios ni con los espacios idóneos para tener cómodos a tantos animalitos.

Los animales rescatados son más agradecidos:

de por sí, los perros son cariñosos y leales. Ahora imagina cómo lo será uno que viene de aguantar hambre, frío y maltrato. Sentirse protegido por su nuevo dueño lo hará profundamente agradecido.

Ten paciencia:

los perros y gatos que son adoptados necesitan un tiempo para adaptarse. Recuerda que es un cambio enorme para ellos. Muchos vienen de sufrir serios traumas consecuencia del maltrato físico, por lo cual ser cariñosos es algo que no exteriorizarán de inmediato. De igual forma, algunos podrían demorarse en desarrollar habilidades sociales con humanos y otros animales. No lo presiones ni regañes. Dale su tiempo y gánate su confianza.

El amor a primera vista existe, y está en la mirada de un perrito o gatito de la calle. ¡Adopta!

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